Esta playa en Crimea es un impresionante lugar para los amantes de la naturaleza, pero no olvidemos la imponente montaña que representa una seria amenaza para aquellos que temen a las alturas o que llevan calzado inapropiado. Ni siquiera pienses en usar chanclas o sandalias, zapatos cerrados son imprescindibles si quieres evitar una caída por la pendiente traicionera. Y si pensabas que la inclinación pronunciada era mala, espera a encontrarte con los descensos asistidos por cuerda.
Si buscas un poco de privacidad, quizás quieras evitar los campings llenos de hippies libres y sus tiendas de campaña. Y si planeas traer a los niños, ten cuidado con el ocasional nudista que puede estar bañándose en el agua.
A pesar de todos los peligros y distracciones potenciales, algunos podrían argumentar que esta es una de las mejores playas públicas semi-salvajes para la relajación junto al mar. Pero no digas que no te hemos advertido.