He estado visitando Bluewaters durante muchos años. Es una playa discreta, relajante y muy tranquila. Las habitaciones son excelentes, cada unidad tiene una cocina que permite comidas o al menos desayuno y almuerzo, y luego cenar en uno de los muchos restaurantes locales. El agua está a solo 30 pies de distancia y siempre se enfría por la noche. Se pueden ver las luces de Marigot a través del agua.
Carolyn, la dueña, es muy servicial y una maravillosa posadera. El personal es amable y atractivo.
Si está buscando un lugar para relajarse, considere esta joya escondida.