LA PLAYA DE BOLONIA, UNA DE LAS MÁS BELLAS Y SALVAJES DE ESPAÑA
Bolonia es más que una playa, es un magnífico paisaje lleno de naturaleza casi virgen, arena blanca y fina, agua cristalina y una brisa marina muy agradable. Es una playa muy limpia y su agua es la más transparente de la zona. Quienes la visitan entienden que es un entorno natural único y lo respetan. La playa tiene 4 kilómetros de largo y cerca de 70 metros de ancho.
La playa se encuentra en los límites del Parque Natural de El Estrecho, lo que asegura la preservación del entorno y evita la proliferación de urbanizaciones.
El acceso no es fácil y no hay transporte público hasta Bolonia. Desde Zahara, hay que tomar la carretera N-340 en dirección a Tarifa. Después del cruce de Facinas hay una señal de salida que dice Bolonia, cerca del kilómetro 70. Hay 8 kilómetros más desde la salida hasta la playa. La carretera es estrecha y sinuosa, por lo que se recomienda conducir con cuidado. Una vez en Bolonia, hay varias zonas de aparcamiento. El aparcamiento solamente es difícil de encontrar durante los días más concurridos del verano. El resto del año, no debería tener problemas para encontrar una plaza.
Situada en la parte occidental de la playa, está considerada monumento natural desde el año 2001. El sistema dunar se mueve por la acción de los vientos. Tiene más de 30 metros de altura y 200 metros de ancho y tiene la peculiaridad de ser una de las pocas que avanza constantemente hacia el interior debido al viento de levante que en esta zona es muy fuerte y frecuente.
En los acantilados que lo rodean, podrá contemplar la vegetación autóctona de la zona, como el enebro, la sabina y la corema. Esta última es un pequeño arbusto que da nombre al cercano faro de Camarinal. Subir a la cima para luego deslizarse hacia abajo es una de las actividades que pueden disfrutar personas de todas las edades.
Una actividad muy bonita, recomendada tanto para niños como para adultos, es realizar una visita guiada al Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, declarado Monumento Histórico Nacional. Recorrer los lugares en los que los romanos del siglo II después de Cristo construyeron. Es una ciudad con fines comerciales, centrada en la industria de salazón de pescado y las salsas derivadas de ese proceso como el garum, que fue la salsa que impulsó la industria pesquera del atún y, por tanto, la pesca del atún de la época. Esto hará que la visita a Bolonia sea una experiencia extraordinaria e inolvidable para los turistas. La ciudad fue construida a partir de un asentamiento fenicio y gozó de cierta relevancia por ser un enlace comercial con el continente africano. En el siglo III después de Cristo, un terremoto la destruyó, dejando únicamente un pequeño grupo de población que la abandonó completamente en el siglo VII.
Baelo Claudia es uno de los mejores ejemplos del desarrollo urbano romano en todo el mundo. Los visitantes pueden contemplar las construcciones realizadas por los emperadores Augusto y Claudio. La entrada para los ciudadanos de la Unión Europea es gratuita, y los visitantes pueden entrar hasta 30 minutos antes de su cierre.
Tranquila y salvaje, la playa de Bolonia permite la práctica del nudismo en algunos lugares, especialmente en la zona conocida como el Ancón, cerca de la Gran Duna. En la parte oriental, se encuentran las piscinas naturales o piscinas de Claudio, formadas por el agua de mar que queda atrapada entre las rocas cuando baja el nivel del mar. Para llegar a ellas, tendrá que caminar porque no hay rutas que lleven hasta allí; esto, sin embargo, le da la ventaja de encontrar un lugar más tranquilo y menos concurrido que en la zona principal de la playa. Este es otro de los atractivos turísticos por los que es famosa esta zona.
Bolonia es un atractivo sin igual de la provincia de Cádiz. Ofrece la posibilidad de disfrutar de un baño, practicar deportes acuáticos o montar a caballo. Tiene que venir a vivirlo porque será un recuerdo que recordará para siempre.
La duna es el principal atractivo natural de Bolonia. Es una enorme formación de arena que el viento forma y cambia continuamente. De hecho, la duna puede tener un aspecto diferente según el momento en el que vaya. No se vaya sin subir a su cima. No olvide su cámara para inmortalizar ese momento.
Además de la playa, dé un paseo por la zona donde se encuentran las tiendas y los restaurantes y disfrute de la gastronomía local, cuyos ingredientes principales son el pescado fresco del mar cercano, las verduras de los huertos locales y la deliciosa carne de vaca de Retinto.
Como en cualquier otro destino turístico del mundo, estar bien informado es fundamental para aprovechar al máximo su visita. En esta sección, le ofrecemos algunos consejos básicos para visitar la Playa de Bolonia.
Los vientos dominantes en la zona son el viento de levante y el de poniente. Rara vez hay días tranquilos, el viento suele soplar, algo que de hecho es una de las señas de identidad de la zona. Muchos dudan en venir porque piensan que el viento puede ser molesto, especialmente el de levante, y por eso les animamos a estar atentos a la previsión meteorológica.
Sin embargo, durante los días de viento más fuerte, la playa está mucho menos concurrida y la experiencia de subir a la duna o darse un baño extremo en esas condiciones es toda una aventura.
La duna es el principal atractivo natural de Bolonia. Es una enorme formación de arena que el viento forma y cambia continuamente.
No se vaya sin subir a su cima. Nuestro consejo es que siga el viejo dicho "sube como un viejo para llegar como un joven". Si es posible, llévese una tabla para deslizarse una vez en la cima, esta actividad se llama sandboarding.
A pesar de ser un lugar remoto, Bolonia es un destino muy popular que cada año recibe más turistas.
Sin embargo, no está preparada para un turismo masivo. Por eso, si es posible, evita ir allí durante los fines de semana de verano o en las horas en las que la gente suele llegar o salir de la zona. Esto le ahorrará algunos problemas como el tráfico y tener que pagar por una plaza de aparcamiento.
Salvo las ruinas, que son gratuitas, todo es un poco más caro en Bolonia. Hay pocas tiendas, pocos bares, pocos restaurantes..., lo que significa poca competencia. Los dueños de dichos establecimientos se aprovechan de la falta de competencia y suben los precios como les parece para ganar más dinero cuando hay más gente. Tenlo en cuenta si tienes un presupuesto ajustado.
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