Situada en Yenifoça, mi casa de verano en Gencelli ocupa un lugar especial en mi corazón. Cuando adquirí la cabaña hace 35 años, recuerdo haber visto a ancianos, de entre 90 y 100 años, siendo llevados a la playa por sus seres queridos para contemplar la puesta de sol. Es lamentable que esta tradición ya no exista, pero es un recordatorio de que la vida es fugaz.
Curiosamente, se dice que el nombre de Gencelli proviene de la frase Joven Cincuenta, lo que añade encanto a la ciudad. A pesar de estar situada cerca de fábricas de hierro y acero, la calidad del aire en Gencelli sigue siendo prístina. La dirección del viento asegura que no haya contaminación del aire, permitiendo una experiencia refrescante y rejuvenecedora.