Esta playa es una vista para los ojos cansados, pero no te dejes engañar por su belleza. Durante las vacaciones escolares, está repleta de gente, dejando poco espacio para la relajación. Sin embargo, si tienes la suerte de visitarla en un momento menos concurrido, podrás apreciar por completo su encanto. Además, hay un pintoresco mercado de pescado convenientemente ubicado en el puerto, perfecto para una salida en familia.