¡Qué joya de escondite! La playa puede ser un poco rocosa, pero las piedras son tan planas que incluso un niño pequeño podría caminar con facilidad. Aunque no es la más grande, todavía hay mucho que explorar y el agua no se profundiza demasiado rápido, así que incluso los pequeños pueden salpicar con seguridad.
¡Y si eres amante de los perros, estás de suerte! Esta playa es amigable con los cachorros, por lo que verás todo tipo de amigos peludos jugando en las olas junto a paddle boarders y jet skiers. Pero no te preocupes, hay suficiente espacio para todos.
¿El único inconveniente? Necesitarás algo de resistencia para bajar a la playa y, lo que es más importante, subir de vuelta por el acantilado. Pero bueno, ¡piénsalo como un entrenamiento gratuito con vistas! Los escalones están en buenas condiciones, así que no es demasiado difícil, pero tus muslos pueden estar cantando una canción diferente al final.