Esta encantadora y pequeña playa es una joya escondida, pero desafortunadamente parece atraer a un gran número de visitantes polacos ruidosos e inconsiderados que pueden ser bastante disruptivos y desagradables debido a sus hábitos de fumar.
La playa no merece la pena visitarla ya que está llena de basura y hay avispas. El agua no es tan clara como en otras playas y carece de peces. El único aspecto positivo es el bajo número de personas, lo que la convierte en una buena opción para aquellos que buscan un entorno tranquilo.
Esta impresionante playa es un destino idílico, perfecto para familias con niños pequeños. A medida que desciendes por las escaleras, las impresionantes vistas de la costa te dejarán maravillado. Y cuando llegues a la playa, las aguas cristalinas y la suave arena harán que pases un día memorable descansando y jugando al sol. Al subir las escaleras, tómate un momento para recuperar el aliento y maravillarte con las vistas panorámicas del mar Adriático. Este es verdaderamente un pedazo de paraíso que no querrás perderte.