This is the best Lido on the entire coast! The water here is the cleanest, and it's not as commercialized as the other Lidos. On top of that, the owner, Leonardo, and his entire team are the most wonderful people you could meet. If you're heading to the beach in Anzio, you absolutely must visit Leonardo at Lido Garda!
Durante nuestra estancia en Roma, mis compañeros y yo anhelábamos pasar un día disfrutando del sol en la playa. Nuestra búsqueda nos llevó a esta idílica playa, la cual resultó ser la elección perfecta. El viaje fue sin contratiempos, con un tren directo desde Roma Termini hasta la playa. Al llegar, nos recibió una costa prístina con arena blanca y aguas cristalinas. La playa no estaba demasiado concurrida, lo que nos permitió tener suficiente espacio para relajarnos y disfrutar del ambiente tranquilo. El personal del café junto al mar fue amable y atento, asegurándose de que nuestras necesidades fueran atendidas durante todo el día. Vale la pena mencionar que la arena puede volverse bastante caliente, por lo que recomendamos usar sandalias. Una de las características destacadas de esta playa es la presencia de dunas submarinas, lo que la hace segura para niños y no nadadores. El agua se profundiza gradualmente, permitiendo una transición cómoda y gradual. Además, la playa está patrullada por un socorrista contratado, lo que nos brinda tranquilidad. Optamos por tumbonas y una sombrilla, lo que nos costó un razonable total de 25 euros. Las instalaciones de ducha estaban disponibles por una tarifa nominal de 20 centavos por persona, y los vestuarios eran gratuitos. En general, nuestra experiencia en esta playa fue sumamente agradable. Fue la excursión de un día perfecta desde Roma, y la recomendaríamos altamente a cualquiera que busque un día relajante junto al mar.
¡Vaya, las felicitaciones definitivamente están en orden! El cajero mencionó que dejar una revisión era opcional, pero no pudimos resistirnos a elogiar este lugar. La comida aquí es de primera categoría, especialmente el Tonnarelli con langostinos y pistacho. Me aseguré de felicitar al chef por eso. También disfrutamos de una dorada marina deliciosamente fresca con papas horneadas, y la copa de vino blanco era excelente. El personal de las mesas fue atento y complaciente, lo que se sumó a la experiencia general. Realmente tienes que intentarlo. El establecimiento en sí es bien mantenido y acogedor, con muchas opciones de asientos. Condujimos desde Roma, lo que nos llevó unos 50 minutos, pero valió la pena. Definitivamente volveremos en el futuro. Gracias de nuevo, Vanessa y Stefano.