Esta playa serena tiene una impresionante costa de arena con aguas turquesas cristalinas que invitan a darse un chapuzón. El restaurante de la cabaña de playa ofrece un oasis sombreado con aproximadamente 10 mesas, donde puedes disfrutar de deliciosa comida y refrescantes bebidas. Si necesitas un poco más de comodidad, puedes alquilar sillas y sombrillas por una tarifa estándar de 30€, que incluye dos tumbonas con cubiertas para la cabeza. El único inconveniente es el zumbido del generador, que puede restarle tranquilidad al entorno natural. A pesar del ligero olor a azufre, esta playa sigue siendo un lugar que debes visitar. Antes de irte, asegúrate de hacer una parada en I Mille en la carretera para probar los mejores sándwiches que jamás hayas probado. El estacionamiento puede ser un poco desafiante, así que llega temprano para asegurarte un lugar.
Esta pequeña playa ofrece opciones limitadas de estacionamiento en la calle, pero su ubicación en el borde de una pintoresca ensenada enmarcada por granito de tonalidad rosada crea una impresionante yuxtaposición contra el resplandeciente mar turquesa.
La playa es impresionante y cuenta con algunos bares. La vida nocturna durante la temporada alta es fantástica. Sin embargo, no hay baños ni duchas gratuitas disponibles. Solo se permite la práctica de windsurf en esta sección de la playa, pero el agua plana es ideal cuando sopla el viento mistral. Hay muchas escuelas de windsurf y surf, pero cobran tarifas elevadas por el alquiler y las lecciones. El estacionamiento cuesta aproximadamente 10 euros por día. La playa está extremadamente concurrida durante la temporada principal.