¡Qué descubrimiento! Nos topamos con un paraíso apartado mientras viajábamos de Roma a Pisa. Es un lugar perfecto para darse un refrescante baño en las aguas cristalinas del Mediterráneo.
Esta impresionante playa presume de aguas cristalinas que casi siempre están en calma, convirtiéndola en el lugar perfecto para familias con niños pequeños. El aparcamiento gratuito es una ventaja conveniente, y la vista de la Feniglia y la fortaleza de Porto Ercole añade a la belleza natural de la zona. La pendiente gradual del lecho marino es ideal para que los niños jueguen en el agua de manera segura, y es incluso mejor que el Adriático. De las playas de Giannella y Feniglia, ésta es la opción preferida para familias con dos niños.
El agua parecía impuro, probablemente debido al viento. Sin embargo, la playa está agradablemente sin congelar, lo que permite un amplio espacio personal. Además, es amigable para las mascotas, por lo que puede traer a su perro. Solo recuerde tener monedas a mano para estacionar a los medidores azules. La mayoría de los estacionamientos carecen de asistentes, a menos que opte por uno de los lidi. Intentamos pagar con una tarjeta, pero desafortunadamente, la máquina estaba fuera de servicio. Asegúrese de tener el cambio exacto listo, ya que el costo del estacionamiento no residente es de € 7 durante todo el día.
Esta costa presume de una atmósfera serena con sus aguas turquesas cristalinas y terreno rocoso. El viaje para llegar a esta joya escondida es una aventura en sí misma, ya que requiere una caminata de 20 minutos desde el último lugar de estacionamiento en la colina. Si eres un aficionado a las playas rocosas, este es el lugar perfecto para ti. Altamente recomendado para aquellos que buscan una experiencia de playa única e inolvidable.