Cette plage est absolument époustouflante ! La première rangée offre deux chaises et un parasol pour un prix raisonnable de 40€. De plus, il y a un pratique bar à snack situé juste à côté de la plage où vous pouvez vous régaler de délicieux plats et de boissons rafraîchissantes. Pour seulement 5-10€, vous pouvez déguster une succulente pizza ou un panini, tandis qu'une bière ou un soda ne vous coûtera que 5€. Il est fortement recommandé de porter des chaussures d'eau, car la plage peut être assez rocailleuse.
We visited the private beach for 17 euros per person, which included a chair and umbrella. The service also provided transportation from our apartment to the nearby town and back. For a small additional fee, you could get a bottle of water and a towel. Instead of dining at a restaurant, we opted for a fruit plate and a smoothie, which were fantastic. The prices are fair, and the service is friendly. The place is absolutely charming and well worth the cost! There is also a small pool available. In my opinion, it is less suitable for small children.
La belleza de Positano y su encantador paisaje son la principal atracción para los turistas. Sin embargo, la playa en sí misma puede no ser tan atractiva como parece en las postales. La costa está cubierta de rocas grises y el mar es incómodamente frío con un lecho de roca. Para empeorar las cosas, el ascenso por las escaleras puede ser una tarea desalentadora. A pesar de estas deficiencias, los visitantes aún pueden disfrutar de una tumbona por €20 por persona.
Nos quedamos cerca y alguien sugirió que visitáramos la playa por su hermosa vista. Sin embargo, el asistente de estacionamiento del hotel nos informó que era una playa privada y que no se nos permitió entrar. Quizás la próxima vez consideremos reservar un hotel para que podamos disfrutar de la increíble vista.
Tras nuestra llegada al hotel el 31 de julio de 2015, nos enfrentamos a una escalada desalentadora de varios tramos de escaleras. A pesar del agotamiento de mi esposa e hija, el hotel nos informó que no había otra forma de llegar a nuestro destino. El ascenso resultó ser un viaje agotador de 45 minutos. No fue hasta más tarde que descubrimos que el hotel ofrecía un servicio de barco a la playa de Positano, lo que nos hizo cuestionar por qué esta opción no se nos presentó inicialmente. Además, encontramos los precios del restaurante exorbitantes.