Esta playa aislada ofrece una escapada pacífica del bullicio de destinos más concurridos. Aunque no hay comodidades como duchas, baños y cafeterías, las aguas prístinas ofrecen un oasis refrescante. Es importante destacar que no hay refugio del sol, así que asegúrate de traer tu propia sombra y sombrillas. Además, mantén un ojo en las visitas ocasionales de perros locales amigables, quienes pueden estar curiosos acerca de tu compañero peludo. Si tu perro tiene tendencia a comportamientos agresivos, es mejor mantenerlo con correa para evitar cualquier conflicto potencial. En general, esta playa es un lugar tranquilo para aquellos que buscan un entorno natural e inmaculado.