Durante los meses de verano de agosto, nos aventuramos a esta playa y nuestra experiencia resultó ser bastante desafiante. En primer lugar, la caminata a la playa carecía de sombra, lo que la convirtió en una subida agotadora. Además, no estábamos adecuadamente preparados, ya que teníamos agua insuficiente para sostenernos durante el ascenso. Es imperativo tener un suministro amplio de agua ya que no hay fuentes de agua a lo largo del camino. La caminata al monasterio nos llevó dos horas y luchamos por encontrar el camino azul, que está situado cerca de la Casa Blanca. El descenso a la playa no era un camino claramente definido, y uno tiene que estar atento para evitar cualquier lesión. Después de un descenso de aproximadamente 40 minutos, finalmente llegamos a la playa aislada, que era impresionantemente hermosa y sin multitudes. Sin embargo, hay otras playas igualmente impresionantes en Hydra, y la caminata no valió la pena para nosotros. La parte más agotadora de la caminata fue el ascenso al monasterio, que nos llevó una hora, y quedamos exhaustos debido al sol abrasador, la falta de agua y la fatiga física. Afortunadamente, pudimos reponer nuestro suministro de agua en el monasterio, que no siempre está abierto. El descenso fue comparativamente más fácil que el ascenso.
En conclusión, recomendaría esta caminata a aquellos que estén mental y físicamente preparados y tengan el equipo necesario, como buenos zapatos, agua y comida. Es posible tomar un barco a la playa, lo que puede ser una opción más factible para aquellos que no están preparados para la caminata. ¡Les deseo mucha suerte a aquellos que se embarquen en esta caminata desafiante!