¡Ah, la pintoresca marina con sus palmeras meciéndose y su pequeña franja de arena! ¡Qué pintoresco! Casi parece que la playa fuera una idea posterior, agregada como un simple accesorio al encanto de la marina. Pero no seamos demasiado duros: la playa puede ser pequeña, pero sigue siendo un lugar encantador para tomar el sol y escuchar el suave chapoteo de las olas. ¿Y esas palmeras? Bueno, prácticamente están pidiendo una hamaca y una bebida fría. En resumen, un pequeño y encantador pedacito de paraíso.