La playa es impresionante, con un enorme bosque de pinos como telón de fondo. Me alegró mucho descubrir que no estaba demasiado abarrotada. El mar es poco profundo y bastante alejado de la orilla, pero es cálido y cristalino, lo que lo hace perfecto para nadar. Hay estacionamiento disponible por 7 euros al día (50% de descuento para motocicletas), y hay baños químicos en el lugar. De vez en cuando, pasan vendedores ambulantes vendiendo helados, refrescos y café.