La playa se puede ubicar fácilmente, y Google Maps proporciona instrucciones precisas. Sin embargo, el camino que conduce a la playa está en malas condiciones, con baches, y tendrá que conducir a través de un área industrial. Una vez que llegue, hay un amplio estacionamiento disponible, incluido el espacio para los campistas, y un agradable restaurante situado cuesta arriba. El precio de las tumbonas y los paraguas es 1000 leke albanés (9 €), lo que, en mi opinión, es un poco caro teniendo en cuenta lo que se ofrece. Es por eso que le doy una calificación de 4 estrellas. La playa no está llena y la vista es encantadora. Como playa arenosa, está bastante limpia y bien mantenida, lo que lo convierte en una joya escondida cerca de Durres. ¡Recomiendo visitar este lugar!