Para aquellos que buscan una experiencia pacífica y virgen en la playa, Shingle Beach es la elección perfecta. La falta de comodidades y facilidades públicas solo añade al encanto aislado de la playa. Sin embargo, los visitantes deben estar preparados para las duras e impredecibles condiciones del Mar del Norte. Ya sea el sol abrasador o los vientos helados, Shingle Beach exige que vengas equipado con ropa y protección adecuadas. Durante la Segunda Guerra Mundial, la playa sirvió como campo de pruebas para maniobras militares, incluyendo una que terminó en tragedia y sigue envuelta en misterio. Los rumores persisten sobre un encubrimiento del gobierno, lo que añade a la atmósfera inquietante de la playa. Además, la playa fue un lugar de tragedia para aquellos perdidos en el mar, con cuerpos lavando en sus orillas. La única característica hecha por el hombre de Shingle Beach es una fila de casas adosadas, una vez hogar de las familias del personal local de la Guardia Costera.