¡Qué lugar tan increíble para alojarse! ¡Absolutamente lo adoramos! El condominio era absolutamente perfecto. El personal fue absolutamente fantástico. Estábamos convenientemente ubicados cerca de restaurantes y una pequeña tienda. El único inconveniente en el que puedo pensar fue la entrada rocosa al océano. Nos encantaría regresar.
La arena de la playa era un delicioso contraste con la fresca brisa que barría la costa. Era una cálida y suave manta que invitaba a los visitantes a disfrutar del sol y contemplar las impresionantes vistas del mar.
Este encantador hotel presume de una atmósfera cálida y acogedora, gracias a su personal increíblemente hospitalario y complaciente. Los exuberantes jardines y bien cuidados terrenos son un testimonio del cuidado y la atención prestados a la propiedad. Los huéspedes tienen una plétora de opciones cuando se trata de cenar y beber, con una variedad de bares y restaurantes que sirven exquisita gastronomía y refrescantes bebidas.
Visitar la playa a medianoche, justo después de que se corte la electricidad de la ciudad, y experimentar la oscuridad mientras se escuchan las olas y se contempla el cielo estrellado es realmente una experiencia de lujo. Durante el día, dimos un paseo para evaluar el estado de la playa. Si bien notamos algunas tablas rotas, no son una amenaza para su seguridad siempre que tenga cuidado con el lugar que pisa.
¡Este lugar es absolutamente real! Se llama la planta de sal de sol. El agua tiene un hermoso tono rosado, aunque no está permitido nadar en él. A pesar de estar bastante lejos de nuestra ruta prevista, debo decir que definitivamente valió la pena el desvío. En nuestro camino de regreso, hicimos una parada rápida en la playa pública cercana. Solo un aviso, cuando te vayas, espera estar cubierto de sal y arena. ¡Es un lugar fantástico para tomar fotos!