La playa es realmente agradable y tranquila. Se siente como una versión en miniatura del Golfo de Morbihan en Phuket.
Esta pequeña y privada costa presume de un encantador café y un puñado de barcos pesqueros. Lamentablemente, el agua no es cristalina y la playa en sí podría beneficiarse de algo de mantenimiento. Además, se han avistado medusas en la orilla, lo que puede disuadir a algunos de darse un chapuzón. A pesar de estos inconvenientes, es una lástima que esta playa no esté mejor cuidada, ya que tiene el potencial de ser una verdadera joya. Sin embargo, si estás interesado en apoyar el bienestar animal, es mejor evitar este lugar, ya que se sabe que promueve la explotación de elefantes para oportunidades de fotos turísticas.
La isla es absolutamente impresionante. Se puede llegar tanto en una lancha de cola larga desde Rawai como en kayak desde Yao Nui. Si eliges remar en kayak, tomará aproximadamente dos horas para un viaje de ida y vuelta.
Disfrutamos venir aquí para observar a los elefantes jugando en el océano. El viaje en autobús de transporte a la playa cuesta 100 baht, pero el camino no es demasiado empinado. Es una forma agradable de pasar un par de horas, y el personal es muy amable.