Una playa serena y virgen se encuentra enclavada entre los extensos espacios urbanos de Fiumicino y Focene, convenientemente situada cerca de la línea de salida de vuelos. Aunque quizás no ofrezca las vistas más pintorescas ni aguas cristalinas, brinda un respiro pacífico del bullicio de la ciudad. Aunque la arena puede estar un poco descuidada, es perfecta para pasear tranquilamente durante las mañanas y los atardeceres serenos. Sin embargo, no recomendaría darse un chapuzón en el mar. Por otro lado, hay un encantador lago de pez sol cerca que añade al encanto de la zona. El sonido de las olas rompiendo contra la orilla crea un ambiente relajante, pero la playa necesita una reurbanización urgente para alcanzar su máximo potencial.