Este destino es verdaderamente único. Aunque quizás no sea la playa más accesible o económica para visitar, su ubicación privilegiada hace que valga la pena el viaje. El costo de entrada y una tumbona pueden parecer elevados, a partir de €30, pero las tumbonas vienen con un servicio atento y una selección de comida y bebida. La playa en sí está compuesta de guijarros, lo que puede ser un poco áspero para los pies descalzos. Si necesitas enjuagarte, hay duchas frías disponibles por €0.5, mientras que las duchas calientes cuestan €2. Si planeas conducir hasta la playa, prepárate para buscar estacionamiento y pagar un precio premium por ello. La tarifa mínima por estacionamiento es de €10 por tres horas.
¡Nos lo pasamos en grande en el club de playa! Como entusiastas de la playa, hemos visitado muchos clubes en nuestra vida, pero este fue realmente especial. Decidimos tomar un barco privado desde nuestro hotel en lugar de usar el transporte del club desde el muelle del ferry, y definitivamente valió la pena. Al llegar a las 11 de la mañana, nos complació descubrir que teníamos que reservar en línea de antemano, y había varias opciones para elegir. Terminamos optando por la opción Platinum, que resultó perfecta para nosotros. El personal de espera era abundante y atento, lo cual fue un cambio refrescante en comparación con algunas de nuestras experiencias pasadas. Las bebidas fueron simplemente increíbles: probamos el mojito de mora, la margarita de durazno y la sandía con vodka Beluga, todas las cuales estaban de primera calidad. Para el almuerzo, decidimos cenar en el restaurante, pero también puedes optar por comer en la playa si lo prefieres. Nos deleitamos con una deliciosa ensalada caprese, ceviche de salmón (que fue excepcional), filete de atún y pasta de langosta. La playa en sí es rocosa, por lo que recomendamos encarecidamente llevar zapatos de playa o agua para evitar quemarse los pies. En resumen, tuvimos un día fantástico y definitivamente recomendaríamos este club de playa a cualquiera que busque pasar un buen rato.
La playa es verdaderamente encantadora, sin embargo, el costo de alquilar sombrillas y tumbonas parece ser exorbitante.
La comida fue excelente y el personal fue muy acogedor. La presentación de la comida fue impresionante y la atmósfera fue encantadora.
La belleza de Positano y su encantador paisaje son la principal atracción para los turistas. Sin embargo, la playa en sí misma puede no ser tan atractiva como parece en las postales. La costa está cubierta de rocas grises y el mar es incómodamente frío con un lecho de roca. Para empeorar las cosas, el ascenso por las escaleras puede ser una tarea desalentadora. A pesar de estas deficiencias, los visitantes aún pueden disfrutar de una tumbona por €20 por persona.