Durante nuestros viajes en Sarandê, nos encontramos con una playa que nos dejó impresionados. Podría ser fácilmente la playa más impresionante que hemos visto. El agua es tan clara que se puede ver el fondo del mar y la arena es suave e invitadora. La única forma de llegar a esta joya es en barco, pero el viaje vale la pena. Los paseos en barco a la playa van desde 15 a 25 euros, lo cual es un pequeño precio a pagar por una experiencia tan impresionante. Un mini bar se encuentra en el centro de la playa, donde se puede disfrutar de bebidas refrescantes y aperitivos. ¿La mejor parte? Puede elegir sentarse en cualquier lugar de la playa sin cargo alguno. Esta playa es una visita obligada para cualquier persona que viaje a Sarandê.
El camino a esta playa no es fácilmente accesible en transporte público, pero no te preocupes, hay otros medios de transporte disponibles como coches o taxis. Sin embargo, recomiendo encarecidamente dar un paseo relajante hasta la playa para apreciar completamente las impresionantes vistas a lo largo del camino. Puede ser un poco polvoriento debido al paso de los coches, pero la experiencia vale la pena.
Como muchas otras playas albanesas, ésta no es una excepción a la invasión de sombrillas y tumbonas. Sin embargo, es ligeramente más grande que el resto y si caminas hacia la izquierda, podrías encontrar un lugar para poner tu toalla y usar tu propia sombrilla sin estar apretado con las masas. El agua es innegablemente clara y cálida, pero esa es la única cualidad redentora. Tendrás que pagar por el estacionamiento, pero si tienes suerte, podrías conseguir un lugar gratuito si llegas lo suficientemente temprano. De todas las playas de Ksamil, ésta es probablemente la menos terrible, pero aún así optaría por las playas más naturales y menos explotadas de Himara cualquier día.
No hay acceso a la playa ya que el camino está bloqueado por una barrera. Un individuo bastante hostil lo está protegiendo y rechazar la entrada a las personas. ¡Es una pérdida completa de tiempo y gasolina!
La playa y el restaurante están situados en una ubicación ideal que es tranquila y sin olas. Además, la playa cuenta con piedras ligeras y finas que añaden encanto.